domingo, 8 de abril de 2012
Son tus ojos
domingo, 22 de enero de 2012
Parir.
domingo, 27 de noviembre de 2011
Intriga
lunes, 17 de octubre de 2011
Todos le escribimos a alguien
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Tengo un sueño sabor mandarina
Escurridizo y extraño
y entre mas conozco de él,
entre mas lo sueño y lo conozco,
mas duele despertar y separarse de su nectar.
Como es cruel el amor y como es inoportuno
mal atinado y nunca bien colocado su dardo.
Como hace escapar la esperanza y nos hace cazar
con la fea resignación.
Que fácil se vuelve regalar afectos y caricias,
que bien se siente perder pedazos,
que poca regeneración.
Tengo un sueño sabor mandarina.
Apareció un día
como las fantasías que se asoman por mi ventana
con sus ojos me planteó un reto:
el de aceptar que me queda algo de corazón.
Tengo un sueño sabor mandarina
y me niego a la posibilidad aunque sea remota
de dejar de soñar
de asistir a los rincones a los que me accede
de seguir descubriendo mas defectos
de encontrarme entre sabores frutales.
Tengo un sueño sabor mandarina,
que me fue regalado para darle suspenso
y mas sabor a la soledad merecida.
Para seguir repartiendo amores.
Tengo un sueño sabor mandarina,
ácido, dulce, repentino
agreste, excitante, emocionante
y en su calidad onírica
me desplaza por mi juventud
y corrompe mi refugio hostil
y se atreve a desafiar mi amargura.
Tengo un sueño sabor mandarina
y en su cítrica redención me quiero perder
me encuentro un su piel y su color lila
y en sus sorpresas ecuatoriales.
Tengo un sueño sabor mandarina,
y lo paseo y presumo
como fingiendo que estoy despierto
que es tangible y que me conforma
y me da estructura y me rejuvenece.
Tengo un sueño y no se me da la gana
levantarme a ver si solo lo soñé,
se me da la gana vivirlo en su jugo
y ahogarme.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Esperanza y década
Volví a buscarte me dijeron que me detuviera y que me rindiera
En vez de eso, me vestiré de alegría, usare la mascara preferida por todos
y seré complaciente aunque me cueza por dentro.
Dejare a Aznavour y emprenderé una empresa:
La de pulir mi mascara y hacerla alegórica y consecuente.
Dicen que con esa receta de pintarle felicidad llegaras tu sola.
Me he vuelto un agnóstico de de tales fantasías
y un cínico escéptico de estos azahares y tan complicados rituales.
Sin embargo preparare mi barniz y veremos el resultado.
Destino
Venga ahora la ola de flechas y el rosario de ignominias
sea pues la hora justa, la portadora de la terrible noticia eterna
la madrugada como frío aviso del cadalso de mis versos de amor.
Tenga piedad la pasión y la fe que no tuvieron durante años.
Aquí espero la sentencia y aquí espero con furia mi castigo
no deje pupilos ni libros ni viudas.
Venga pues el rayo de luz que anuncia otro nacimiento,
frugal esta vez.
De nuevo fabricaremos sueños y diminutas alegrías que constituyen
una fina y delicada paz.